El sistema de Ria Formosa se encuentra protegido por islas-barrera, dispuesto en paralelo a la costa más de 60 km (que abarca los municipios de Loulé, Faro, Olhão, Tavira y Vila Real de Santo António).
El área es de aproximadamente 18.400 hectáreas y es considerado una de las 7 Maravillas Naturales de Portugal y, según algunos autores, su origen se remonta 11.000 años. El nivel del mar ha experimentado un rápido ascenso, inundando elevaciones de arena formadas 3000 años atrás, convirtiéndose así en islas.
La Ría Formosa es un sistema complejo, dinámico y tiene un estatus de área protegida de Parque Natural desde 1987, anteriormente en 1978 había sido clasificado como Reserva de la Naturaleza.
Saliendo de Faro, la Formosamar proporciona un agradable paseo en barco con una duración de 2 horas y media, donde se pueden encontrar dos de sus islas de la barrera: Isla Deserta y la isla de Farol.
Esta experiencia se llevó a cabo en nuestro barco catamarán "Garza Real" que navega lentamente a través de los canales del Parque Natural hacia uno de los canales de entrada de la Ría donde se puede ver el Océano Atlántico. Nuestro objetivo es visitar el faro de la isla, que se encuentra al este de esta barra y la isla de Barreta, ubicado al oeste de la barra donde puedes conocer a algunas de las maravillosas playas del Algarve.
Ilha da Barreta es también conocida como la Isla Deserta, siendo el único de los cinco islas que están deshabitadas, y por lo tanto conocidos por este nombre. En esta isla se puede caminar por las arenas blancas y conocer su belleza natural, disfrutar de las aguas cristalinas e incluso conocer algunas de las plantas del sistema de dunas.
La Isla del Faro o Ilha do Farol, al contrario de lo que mucha gente piensa no es una isla, sino un asentamiento en la isla de Culatra. Muy diferente de la isla desierta, el Farol es donde nuestro catamarán hace su segunda parada para visitar este lugar.
El pueblo Faro es uno de los tres en la Isla de Culatra y aquí vale la pena mencionar el Faro del Cabo de Santa María, que da nombre a este pueblo. En pleno funcionamiento y con un residente farero, este puede ser visitado los miércoles. Desde lo alto de sus cuarenta y dos metros, lo que alcanza la vista es impresionante, en cualquier dirección. Disfrute también de pasear por las calles bordeadas de casas blancas de la playa donde se maravillará de las aguas cristalinas que bañan la costa.
